31 de mayo de 2008

Leonel, el relevo político y la crisis de liderazgo.

Por Germàn Santiago La principal lectura que hay que sacar del pasado proceso electoral tiene que ver con el liderazgo político. Se podría hablar, por un lado, del relevo generacional en los partidos tradicionales. y de lo último y lo nuevo de los llamados grupos emergentes, entre ellos, los de ideas izquierdistas.

Por ejemplo y para comenzar, qué podía esperarse de un Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) que como reemplazo de Joaquín Balaguer, llevó a Amable Aristy Castro como candidato presidencial. El descenso fue como del cielo a la tierra y por eso la caída fue tan fuerte. Con una trayectoria dedicada casi exclusivamente a hacer fortunas y a maniobrar para asegurarse posiciones en el Estado, Amable, en calidad de ente pensante, es hábil amarrando políticamente y acumulando riquezas. A sus pocas luces conceptuales se agregan su pobre imagen y su apagada voz, cuando se sabe que ambos atributos, vale decir, carisma y oratoria, propias de aptitudes innatas, de talento y estudios, son cualidades sine qua non en todo liderazgo con posibilidades de vencer los obstáculos y lograr metas de largo alcance. Amable puede ser muy bueno como uno de esos políticos pragmáticos para negociar posiciones coyunturales, como una curul o la secretaría general de la Liga Municipal Dominicana que por varios períodos consecutivos dirige, pero hablar de la Presidencia de la República, donde hay que someterse al escrutinio nacional, esas son cosas mayores. No es un asunto de sacar muchos votos, especialmente los cautivos de su partido, sino captar aquellos que al final marquen la diferencia y aseguren la victoria. Amable Aristy, el supuesto candidato de los pobres que apoyó su campaña en papeletazos, y regalando pollos y salamis, no sólo nunca pudo acercarse a los porcentajes mínimos, sino que desperdició los de su propio partido, el atomizado PRSC, hoy al borde de la pérdida del reconocimiento electoral y hasta de su desaparición, encaminándose, de acuerdo a los observadores, a repetir la historia de la Unión Cívica Nacional (UCN) liderada por Viriato A. Fiallo Rodríguez, aquella que tras el ajusticiamiento de Trujillo naciera como Sociedad Patriótica en 1961 y tras su conversión en partido se convirtiera en la principal fuerza política del país. Se recuerda que la debacle de la UCN comenzó cuando Juan Bosch y el PRD, recién llegados entonces del exilio, los derrotaron en 1962, en unas elecciones cuya percepción mediática daba a los cívicos, ganadores por amplio margen, hasta que se produjo el célebre debate televisivo entre el padre jesuita Láutico García y Bosch que revertió la situación. Bosch, acusado a la sazón de comunista y castrista, ganó ese debate que moderara Salvador Pittaluga Nivar, y por vía de consecuencia, las elecciones que lo llevaron a gobernar el país por siete meses. El pésimo desempeño electoral de Amable Aristy -diría un chusco-, sólo puede encontrar como aliento el fallido pronóstico de la cumbre de brujos de Villa Mella, que entre otras pendejadas dijeron que habría una segunda vuelta. La historia cuenta que con Balaguer a la cabeza, el PRSC ganó tres elecciones entre 1966 a 1978, y tres más, entre 1986 y 1994. De la última, señalada como fraudulenta como todas las anteriores, se recuerda que desencadenó una crisis de tales proporciones que dio lugar al recorte a dos años de ese cuatrienio, luego que el candidato “derrotado”, el doctor José Francisco Peña Gómez, se envalentonara y advirtiera que con él y su PRD no se repetiría la historia de Bosch y el PLD en 1990 en unos escrutinios a los que el líder perredeista había asistido por primera vez como candidato presidencial de su partido. Con el apoyo del propio Balaguer, Leonel Fernández, en un atípico frente patriótico, alcanza la presidencia de la República en 1996, y más tarde, en las elecciones del año 2000, el PRSC, con un Balaguer en el ocaso de su dilatada vida política, sacó el 24 por ciento de los votos. Tras la muerte del líder en 2002, llegaron los comicios del 2004, y con Eduardo Estrella como candidato, el PRSC bajó a menos del nueve por ciento de los votos. Y ya lo sabe hasta el barón del cementerio que el pasado viernes el partido de Balaguer bajó a un pírrico 4.59. La pena del PRSC no sólo se expresa en la escogencia de un candidato presidencial que no pudo ganar siquiera en su provincia ni con la ayuda de la Virgen de la Altagracia, sino en su cúpula dirigencial, con Quique Antún y Víctor Gómez Casasnova, a la cabeza, los dos creyendo de manera equivocada que los liderazgos políticos se hacen hablando sandeces en los medios de comunicación.

Aunque menos lastimera, la del PRD es una historia más complicada. El PRD ha tenido dos grandes líderes y dos muy distintas eras. El primero lo fue Bosch su fundador y luego Peña Gómez, ambos fallecidos en 2001 y 1998, respectivamente. La muerte de Peña Gómez se produce lamentablemente el diez de mayo del 98, justo dos años después de haber asistido por tercera ocasión como candidato presidencial en los comicios de 1996, en los que ganó la primera vuelta, pero perdió la segunda ante Leonel Fernández. En el año 2000, una gran parte de los votantes, en particular los perredeistas, se inclinaron por Hipólito Mejía debido sobre todo, a que había sido compañero de fórmula en un proceso anterior, del líder de ese partido, Pena Gómez. El propio Pena Gómez fue el primer confundido y equivocado al prácticamente señalar luego como su heredero a Mejía, un hombre de pocas luces y menos tradición perredeista que venía del socialcristianismo, incluso había sido funcionario de los gobiernos balagueristas como director del Instituto del Tabaco, en Santiago. El gobierno de Mejía habló por él durante cuatro años, y en las elecciones del pasado 16 de mayo, es un pupilo suyo, Miguel Vargas Maldonado, quien le sucede como candidato presidencial, habiendo sustituido los símbolos del glorioso PRD, del “hacho prendío”, “el buey que más jala”, e incluso del propio Pena Gómez, por los de MVP y PPH. ¡Imagínense ustedes, de Peña Gómez a Hipólito Mejía y Vargas Maldonado! ¡Cómo se salva un partido, cómo gana ante un candidato de tanto arrastre como Leonel Fernández, que estando en el poder, en medio de crisis que como las que impactan hoy en el mundo desacreditan liderazgos y gobiernos, sacó dos millones 152 mil 741 votos, lo que equivale al 53,72 por ciento de los depositados en las urnas. Vargas Maldonado, que se ha crecido luego de las elecciones, sacó un millón 624 mil 71 boletas, equivalentes al 40,55 por ciento del total, y como aliento adicional, además de los "papelazos" de Amable Aristy, le queda que otros cuatro restantes partidos que asistieron a los comicios con candidatos propios, sacaron en conjunto 44 mil 069 sufragios, los cuales representan apenas el 1,1 por ciento del total. Entre ellos, se destacan Eduardo Estrella y el mismito Hatuey Decamps con su Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD) que sacaron 19,309, para un pírrico 0.47, menos que la APD, el PQDC, el PPC, el Bloque Institucional y menos que la Unión Demócrata Cristiana (UDC) de Luis Acosta Moreta “El gallo”, cuya campaña se basó en arreglarles los moños malos a las mujeres que no tenían dinero para lucir bellas. ¡Qué calamidad! En los comicios participaron cuatro millones siete mil 205 electores, de un padrón definitivo de cinco millónes 764 mil 986 personas con derecho al sufragio, de las cuales el 97,37 reside en el país y el resto en el exterior, acorde con la JCE. De ellos, el Movimiento Independencia Unidad y Cambio (MIUCA) que postuló a Guillermo Moreno, sacó 18,136 votos, para un 0.44% de los sufragios, y el Partido Alianza Popular (PAP), del "cara dura" Pedro de Jesús Candelier Tejada, fue favorecido con 6,118 boletas, para un 0.15%. A Guillermo Moreno que nunca ha ido a un barrio y la gente pobre sólo lo conoce por los medios de comunicación, y a Candelier que se vendió como un “viejevo” trujillista, los ayuda que el Partido Revolucionario Independiente (PRI), que fundara Jacobo Majluta, el mismo que a la cabeza del PRD perdiera por apenas 2 puntos de Balaguer en 1986, ahora con Trajano Santana obtuvo apenas 1,533 votos, y en el 2002, en las elecciones de medio tiempo, 45 mil, cuando se sabe que en 1990, cuando el PRI acudió por primera vez a unas elecciones, pero con Majluta como candidato, sacó 135 mil votos presidenciales. ¡Qué bajón! Ahorita, andan todos esos partiditos, incluyendo el de Raúl Pérez Peña “Bacho”, Partido de la Auténtica Democracia (PAD) que extrañamente no se mencionó en los actuales comicios, reciclando sus firmas, incluyendo las de muchos muertos, para que se les reconozca nueva vez en la Junta Central Electoral, y volver en las próximas elecciones a llevarse sus tajadas a costilla del pueblo dominicano. Porque para eso es que son creados el grueso de esos partiditos, para hacer negocios y justificarlos enviando notas de prensa a los medios de comunicación con mentiras de obras y actividades abultadas, o que nunca hacen, cual lo hacen muchas ONGs, entre ellas las muchos legisladores y algunas financiadas por organismos internacionales. ¿Líderes? Líderes no los son ni en sus casas. Líderes los fueron Bosch, Balaguer, Peña Gómez, Manolo Tavárez, Francis Caamaño, Antonio Guzmán y Maximiliano Gómez “El Moreno”. Madera de líderes tuvieron Amín Abel y Amaury Germán. Los propios Salvador Jorge Blanco y Hatuey Decamps, dieron señales de liderazgos en su oportunidad, pero perdieron la perspectiva, tan pronto llegaron al poder y se obnubilaron. Porque el poder corrompe a todo aquel que tiene el espíritu débil. Espíritu fuerte tenía Bosch y lo tenía mi padre. ¿Líder? Líder no es todo el mundo ni el que lo presuma. ¿Líder? En todos los partidos y en el seno del pueblo hay gente con madera de líderes, para lo cual se necesita vocación, don de gente, moral, páginas para la izquierda, abnegación, capacidad de convencimiento, espíritu de conciliación y un poquito de Quijote. ¿Líder? Ahora mismo, el único líder acabado y con esas condiciones es Leonel y tiene que revisar y corregir algunas cosas que extrañamente ocurren a su alrededor. ¡No sé mañana! Tal vez aparezca uno igual o mejor que él. Ojala nos encontremos con la reencarnación de Bosch o de Caamaño. Cuando alguien lo encuentre háganmelo saber.

germansantiago@gmail.com

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