20 de octubre de 2008

Rebaja precios combustibles no se refleja en alimentos canasta familiar y el pasaje

Una señora compra en un colmado del Distrito Nacional y se queja de los altos precios que tienen los alimentos que conforman la canasta familiar (Foto: Daniel Duvergé)
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SANTO DOMINGO, RD-El gobierno está reclamando que los establecimientos comerciales y el sector transporte del país inicien rebajar sustanciosas en sus productos, debido a que los precios del petróleo, la soya y el maíz en los mercados internacionales están bajando sus precios.

El llamado fue hecho este sábado por el secretario de Industria y Comercio, José Ramón Fadul, quien apoyó su pedido en que por dos semanas consecutivas los precios de los combustibles han bajado sus precios.

Pero no es cuestión de decir que bajen los precios, es que el gobierno a través de las instituciones competentes debe iniciar a un programa cara a cara que obligue a los comerciantes y transportistas a aplicar rebaja en sus productos.

Ya está bueno de que abusen de los consumidores y los pasajeros, y de que se burlen con el famoso tema de que "aquí lo que sube no baja", esa es una salida barata de los propietarios de colmados y de los sindicalistas del transporte.

Para saber lo que piensa el pueblo, únicamente hay que montarse en una guagua o un carro público, visitar un colmado cuando las amas de casa estén comprando para saber esas verdad que no se puede evitar "en el país solamente bajan los precios de los alimentos en periódicos y en propagandas, pero esa rebaja no se aplica en la realidad".

Las quejas están por docenas, ya que las amas de casas manifiestan que si el petróleo está bajando sus precios, por qué el pollo, arroz, aceite, huevo, plátano y guineo, están subiendo cada día más sus precios de adquisición.

También se unió al llamado para que los alimentos bajen de precios, la Directora Ejecutiva del Instituto Nacional de Protección de los Derechos de los consumidores (PRO-CONSUMIDOR), Carmen Meléndez, quien denunció que los consumidores dominicanos son victimas de abusos, estafas y engaños por parte de comerciantes inescrupulosos.

La señora Meléndez dijo que ciertamente hay productos de consumo masivo cuyos precios son tan altos que no reflejan sus costos de producción.

Sin embargo aclaró que el organismo que dirige no tiene otra alternativa que denunciar a los comerciantes y su establecimiento que incurren en esa mala práctica, debido a que carece de mecanismo legal para proceder judicialmente contra dichos negocios.

Informó que un grupo de economistas contratados por Pro consumidor está dando los toques finales a un estudio de relación beneficios-costos al Pan, y lo mismo hará con el arroz, pollos y otros productos de consumo masivo cuyos costos se han reducido considerablemente y eso no se ha reflejado en sus precios.

"Aquí se da el caso de establecimientos comerciales que lanzan una masiva campaña publicitaria anunciando ofertas de precios en determinados productos, pero cuando el consumidor acude a esos lugares se da cuenta que lo ofertado no se corresponde con la realidad", indicó.

Dijo que cuando inspectores de Pro consumidor comprueban ese engaño conminan a los propietarios de esos negocios a devolverle el dinero.

La directora de la entidad reconoció que comerciantes y productores son muy diligentes a la hora de disponer alzas de precios cuando se producen incrementos en sus costos, pero no proceden de igual manera cuando se da el caso contrario.

La directora de Pro consumidor puso como ejemplo el caso del Pan cuyos precios se mantiene inalterable pese a que sus costos han bajado considerablemente.

En recorrido realizado por periodistas de El Nuevo Diario, la señora Juana Irene Mancebo comprando una libra de arroz en un colmado, manifestó que la situación está difícil, ya que los artículos de primeras necesidad no bajan, pero suben su precio rápidamente.

"Los combustibles están bajando sus precios y los artículos no bajan sus precios, los pobres somos lo que más sufrimos esta situación, pero tú sabe que los ricos están más ricos cada días, abusan de nosotros, así también está el pasaje, yo pague 17 pesos en la ruta de la Bolívar y debe estar a 10 pesos", sostuvo la señora Mancebo.

Igualmente, la señora Altagracia Pérez compró una botella de aceite de una libra y el despachador le cobró 45 pesos, expresó que no se explica cómo es que los alimentos mantienen sus precios alto, cuando la gasolina tiene dos semanas bajando de precios.

La señora Mayra Santana dijo que ella compra la libra de pollo a 48 pesos, el arroz a 28 y 27 pesos, la libra de aceite a 50 pesos, un huevo 5 pesos, un pan de los llamados "sobao" 3 pesos y lo de agua 5 pesos.

"Anteriormente la libra de arroz selecto estaba a 20 pesos, ahora está a 28 y 27 dependiendo la marca, los huevos por unidad se vendían a 3 y 4 pesos, pero ahora dizque porque los combustibles están caro lo subieron a 5 pesos, igual pasa con los otros alimentos", dijo Santana.

Mientras que la propietaria del colmado Francia, señora Olga Familia, explicó que ella compra la libra de pollo a 40 pesos y tiene que limpiarlo, "tengo que ganarle algo y lo vendo a 45 pesos".

Explicó que si los almacenes bajan los precios de la factura cuando ella compra al por mayor, entonces ella procedería a bajar los precios, pero de otra manera no lo hará.

Autor: JACQUELINE MORROBEL

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