13 de febrero de 2011

Soldados egipcios hallan resistencia al intentar imponer el orden


Varios brotes de descontento laboral, incluso de los propios policías, reflejan los desafíos del país hacia la democracia y la estabilidad.
Los manifestantes que permanecen en la Plaza Tahrir en El Cairo. AP
EL CAIRO.- Los soldados egipcios forcejearon el domingo con manifestantes que quedaban en la plaza Tahrir mientras desmantelaban las carpas de su campamento de protesta tras el fin de la presidencia de Hosni Mubarak, mientras varios brotes de descontento laboral, incluso de los propios policías, reflejan los desafíos del país hacia la democracia y la estabilidad.
Los policías se manifestaron por las calles de la capital, al igual que los trabajadores de una fábrica de cerámica, una empresa textil y al menos dos bancos. Los egipcios, emocionados por la caída de Mubarak, luchan ahora por mejorar sus condiciones de vida en un país donde la pobreza y otros serios problemas tardarán años o décadas en solucionarse.
Los soldados empujaban a un grupo cada vez menor de manifestantes que no querían abandonar las carpas de su sitio principal de protesta en la plaza Tahrir, ya que temen que los generales encargados de dirigir la transición a la democracia no cumplan con sus promesas.
El opositor Ashraf Ahmed dijo que los soldados pueden derribar su carpa, pero que no dejará el lugar "debido a que todavía hay mucho que hacer", pues las nuevas autoridades "no han implementado nada todavía".
Aún así, muchos manifestantes han abandonado la plaza en el centro de El Cairo y el tráfico fluía en la zona por primera vez en dos semanas, aunque algunos activistas intentaron bloquear vehículos colocando mantas en la carretera.
Unos 1.000 policías que protestaron frente al ministerio del Interior forcejearon con soldados que intentaron dispersarlos. Algunos soldados dispararon sus armas hacia el aire, pero después se retiraron para evitar un enfrentamiento serio con los manifestantes.
"Este es nuestro ministerio", gritaron los agentes. Exigían mejores condiciones de vida pero también intentaban absolverse de la responsabilidad de una ofensiva por parte de la Policía a finales de enero que mató muchos manifestantes.
"Esas órdenes provenían de nuestros dirigentes, no es nuestra culpa", dijo Said Abdul-Rahim.
"Ustedes hicieron este acto inhumano", les dijo un ciudadano. "Ya no confiamos en ustedes".
Al escuchar las acusaciones, Abdul-Rahim rompió a llorar.
"Yo no lo hice", imploró. "Yo no lo hice".
Los policías que se manifestaban pidieron solidaridad con los egipcios, cuyas protestas forzaron la dimisión de Mubarak el viernes.

De AP

No hay comentarios: