19 de enero de 2015

Aumenta la pobreza en la zona del lago Enriquillo

El entorno del lago Enriquillo se ha empobrecido. ARCHIVO/JOSE JUSTO FELIZ
POR LISANIA BATISTA
SANTO DOMINGO. Los desastres naturales que en los últimos años afectan los poblados que bordean el lago Enriquillo, en el sur del país, aumentan la pobreza de la zona, que se manifiesta en un incremento de la desnutrición de los residentes en las provincias Bahoruco e
Independencia, donde muchos hogares se han visto en la obligación de reducir la comida a una ración por día.
Según los resultados de una investigación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con apoyo de otros organismos internacionales de cooperación, ese proceso se agudizó desde el 2004, cuando se produjo la riada que prácticamente exterminó la producción agrícola de la zona, y acabó con las vidas de decenas de seres humanos y ganado, y luego con el sistemático crecimiento del lago Enriquillo.
Eso trae como consecuencia que las dos provincias señaladas presentan los niveles más elevados de desnutrición del país, con 18.3% en el primer caso, y 11.3% en el segundo.
De 280 hogares del área del lago Enriquillo entrevistados por los técnicos del PNUD, todos reportaron haber pasado de consumir tres comidas diarias a sólo dos, y en el municipio Duvergé la situación es peor, pues se pasó de esa cantidad a una porción diaria.
La distribución de agua ha disminuido considerablemente, y el 68% de los hogares reportan daños en sus cosechas, 29.8% de animales, 16.2% de sus casas, 6.3% en medio de transporte, 7.6% en equipos y materiales para su negocio, y 64.1% dijeron que sus propiedades perdieron valor.
El 4.7% de los hogares reportaron que alguno de los miembros había sufrido una enfermedad derivada del desastre, y 48,8% tuvo un aumento alto en los gastos en salud, como consecuencia de los desastres.
El estudio “Cuando los Desastres se Quedan, Comprendiendo los vínculos entre pobreza y los choques climáticos en el lago Enriquillo en la República Dominicana” se desarrolló dentro del proyecto de un programa nacional para la incorporación de variables ambientales en el desarrollo y la reducción y la vulnerabilidad de hogares rurales pobres antes shocks climáticos en la República Dominicana (PEI-REGATTA), con ayuda del Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) a fin de que el Gabinete Social, así como el Consejo Nación de Cambio Climático y el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Respuesta construyan una agenda en común.
Señala el estudio que después de lo que sucede con el lago, el 69.1% de las familias reportan que aplazaron o suspendieron la mejora de su actividad productiva, lo que conlleva a un impacto negativo en la salud mental de la población, con manifestaciones de sensación de pérdida, como depresión, estrés y ansiedad.
Paulino de la Cruz Nova perdió parte de sus parientes y todos sus sembradíos cuando ocurrió la riada. Vivía de la agricultura, y su economía mejora por ayuda de la colaboración internacional, reseña el estudio que también se apoya en testimonios.
Mientras tanto, Crisálida Medrano relató que tuvo que vender hasta sus anillos, para poder pagar la factura de luz eléctrica. Eran tres anillos y constituían su mayor tesoro, por eso en su testimonio se evidencia la impotencia a la que suma que una de sus dos hijas  no pudo concluir la licenciatura en bioanálisis, por falta de recursos económicos.
Es que los resultados de la investigación muestran una reducción de los ingresos de RD$13,369 a RD$4,597, para citar solo un caso.
Los efectos directos, según el estudio, han hecho que el 39.5% de los encuestados manifestaran su disposición para irse a vivir a otro municipio. En Jimaní lo hizo el 81.5%. De acuerdo con los resultados de la investigación, en Jimaní la motivación era huir de las crecidas del lago (90.9%), en los municipios del norte, como Villa Jaragua, el 66.7% aspiraba a hacerlo por la falta de empleo.
Los investigadores concluyen que los vínculos entre pobreza y medio ambiente en el lago Enriquillo se pueden identificar notablemente, a través de su relación con los medios de subsistencia, resiliencia frente a choques, salud y desarrollo económico.
Además,  el estudio determinó que los hogares dependen para su bienestar, seguridad y para suplir sus necesidades básicas de las condiciones de sus recursos, de medios de subsistencia como comida y agua dulce que son suministrados de su entorno natural, así como de los servicios de regulación de cuencas.
Más detalles
El 69% de los hogares del Lago dependen del medio ambiente para obtener ingresos en sectores como la agricultura, pesca, y ganadería, y que los hogares pobres son altamente vulnerables a las inundaciones, sequías, efectos del cambio climático y otros factores ambientales que amenazan sus medios de subsistencia y debilitan la seguridad del alimento. En cuanto a las recomendaciones, plantean transversalizar la reducción de riesgos de desastres en las políticas de reducción de la pobreza y viceversa.
Conocer los hogares para generar un cambio en la forma tradicional de entender y evaluar el impacto de los desastres asociados al clima y construir visiones de mediano y largo plazo de los impactos indirectos con una enfoque diferenciador y más fino de los efectos y necesidades de los hogares.

No hay comentarios: